Jaisalmer-Bikaner-Pushkar

Jaisalmer

Se alza un majestuoso fuerte de arena rojo, debido al viejo sistema de cañerías de la ciudad es uno de los monumentos más amenazados del mundo: Mas de 120l de agua por persona se bombean, provocando que este fuerte se vaya derrumbando poco a poco.

Jaisalmer es una ciudad conocida por los safaris en camello. Solo llegar tienes a los operadores que te venden el mejor safari, por el desierto de Thar, que hace frontera con Pakistan.

Nosotros escogimos a uno que nos inspiró confianza, puede que por el nombre: Mr. Desert. Este personaje es imagen de muchas publicidades del Rajhastan.

Dormimos una noche en el desierto, baja un cielo espectacular, pero con una fuerte tormenta de arena, así que de dormir,….. poco.

El alba, a las 6 de la mañana, nos brindó con un precioso amanecer sobre unas dunas de color azafrán.

Valió la pena pasar aquel calor encima del camello, aunque es recomendable hacer lo mismo en jeep.

Bikaner:

Después de 6 horas en autobús ( saliendo desde Jailsamer), llegamos a Bikaner.

Es una pequeña localidad famosa también por su fuerte, lleno de havelis espectaculares y templos jainistas que se adentran en el casco antiguo.

Lo más destacable, es sin duda, el Templo de Karni Mata, más conocido como el Templo de las Ratas. Se encuentra fuera de la ciudad, así que se tiene que coger un autobús local para llegar.

Karni Mata vivió en el s. XIV y realizó muchos milagros durante su vida. Cuando su hijo pequeño murió, Karni pidió al Dios de la Muerte, Yama, que lo trajera de nuevo a la vida; pero Yama conestó que no era posible. Pero que ella, como encarnación de Durga, sí podía, y así lo hizo. Decretando que los miembros de su familia ya no morirían sino que se reencarnarían en kabas (ratas). De ahí el nombre.

Es un importante centro de peregrinación, donde los devotos ofrecen el prasad (comida sagrada) en forma de bolas de azúcar, similar a nuestros “confits” / peladillas.

En la entrada del templo, hay centenares de puestos donde venden estas ofrendas, a parte de la famosa ceniza de un fuego sagrado del sanctasanctórum, la tikka ( con lo que se hacen la marca en la frente).

Los hay de muchos colores pero los más habituales son el rojo y el de color azafrán.

Así que dentro del templo uno anda descalzo entre ratas y bolas de azúcar, además se dice que si una kaba te pasa por encima de los pies, serás bien afortunado.

Para el pelegrino es un sitio de devoción aunque para el visitante pueda parecer un espectáculo.

Pushkar:

Mundialmente conocida por su Feria del Camello. Aquí se congregan miles de personas entre los meses de octubre y noviembre (las fechas coinciden con el octavo mes lunar del calendario hinduista).

Es una feria donde los comerciantes hacen un gran business con los camellos, llegan desde muy lejos, y se puede llegar a las 80 mil cabezas de ganado.

Es un pequeño pueblo conocido también por su gran cantidad de templos y ghats ( escaleras) que llevan al lago, pero nosotros hemos estado desafortunados porque el lago está vacío, así que el máximo atractivo de la ciudad está en obras.

Nos quedamos, pero con el único templo Brahama existente en la India y uno de los pocos en el mundo ( o bien así dicen las guías).

Brahama es el espíritu supremo, en meditación eterna, con lo cual, está por encima de todo.

Según una leyenda, el lago sagrado de Pushkar existe debido a que Brahma lanzó una flor de loto desde el cielo.

En la visita al templo, en la entrada te dan un puñado de flores las cuales se tienen que lanzar después en este lago sagrado, siempre y cuando no esté “under construction”